En Nueva Gales del Sur, Australia, Nigel Raynard, un conductor profesional de VTC, ha alcanzado un impresionante hito con su Tesla Model S 75D de 2018. En tan solo tres años, Raynard ha recorrido más de 420.000 kilómetros transportando pasajeros y equipaje, y su experiencia con este vehículo eléctrico ha resultado en un ahorro de más de 64.000 euros en combustible, además de costos mínimos en mantenimiento.
¿Por qué el Tesla Model S es una opción rentable para un conductor profesional?
Antes de adquirir su Tesla, Raynard conducía vehículos de gasolina de alta gama que consumían en promedio más de 10 litros de combustible cada 100 km. Con un consumo de 13,4 l/100 km y un precio de 1,8 dólares australianos por litro, sus gastos en combustible eran significativamente altos, y el desgaste de sus antiguos vehículos también era notable. Ahora, gracias a su Tesla Model S, ha logrado reducir estos costos y mejorar su rentabilidad como conductor profesional. El ahorro en combustible, calculado en unos 100.000 dólares australianos (64.000 euros), ha sido uno de los beneficios más notables de la transición a un coche eléctrico.
Mantenimiento mínimo y durabilidad
Aparte del ahorro en combustible, los costes de mantenimiento de Raynard también se han reducido drásticamente. Hasta ahora, ha superado los 400.000 km con las pastillas de freno de serie, algo notablemente económico para un coche con este kilometraje. Esto se debe en gran parte al sistema de frenado regenerativo de Tesla, que reduce el desgaste de los frenos, especialmente en viajes largos por autopista.
Las baterías de su Model S también se han mantenido en buen estado, conservando más del 90% de su capacidad original tras tres años de uso intenso y carga mayormente en corriente continua (DC). Raynard utiliza estaciones de carga gratuita siempre que es posible, pero si necesita una carga rápida no duda en pagar por ella. Esto le permite mantener su coche en funcionamiento continuo sin grandes gastos.
Un historial de mantenimiento casi inexistente
Desde que adquirió su Tesla Model S, Raynard ha realizado solo una revisión formal, que le costó alrededor de 290 euros. Pronto realizará su segunda revisión. Con un gasto de mantenimiento total de unos 3.200 euros, Raynard estima que ha logrado ahorrar una suma significativa en comparación con los vehículos de gasolina que utilizaba anteriormente. Aparte de los neumáticos, de los que ha reemplazado 10 juegos hasta ahora, el seguro ha sido uno de sus gastos más altos, aunque sigue siendo una inversión rentable.
Un vehículo eléctrico rentable y duradero
La experiencia de Raynard es un claro ejemplo de cómo los coches eléctricos pueden ser una opción altamente rentable para los conductores profesionales. El Tesla Model S no solo le ha permitido reducir sus costos en combustible y mantenimiento, sino que también ha demostrado una durabilidad excepcional en comparación con otros vehículos de combustión interna que había utilizado anteriormente. Raynard asegura que su Tesla es el coche más rentable que ha tenido en toda su carrera profesional, pues le permite ahorrar en una amplia variedad de aspectos, como el mantenimiento, los impuestos y la falta de necesidad de cambios de aceite.
Además, la durabilidad de las baterías del Tesla Model S en condiciones de uso intensivo contradice el mito de que todos los coches eléctricos necesitan un reemplazo de batería a largo plazo. La experiencia de Raynard demuestra que, con un mantenimiento adecuado y una buena planificación de la carga, los coches eléctricos pueden mantener su capacidad de batería durante cientos de miles de kilómetros.
Una decisión de futuro: el siguiente paso de Nigel Raynard
A medida que más conductores profesionales como Raynard adoptan vehículos eléctricos, queda claro que la movilidad sostenible es una opción práctica y rentable. Raynard está tan satisfecho con su experiencia que ya ha decidido no volver a conducir vehículos de gasolina. Próximamente, en 2022, planea recibir otro Tesla Model S, y ya cuenta con un Tesla Model 3 en su flota.
En el mercado australiano actual, el precio de un Tesla Model S Long Range es de unos 141.990 dólares australianos (91.365 euros), aunque con impuestos puede ascender hasta los 170.968 dólares (110.011 euros). Pese a su precio de compra inicial, la experiencia de Raynard demuestra que la inversión en un Tesla se amortiza rápidamente, especialmente para quienes recorren largas distancias y valoran la eficiencia energética y el bajo mantenimiento.
La historia de Nigel Raynard subraya cómo los vehículos eléctricos, y en particular los modelos de Tesla, están transformando el sector del transporte profesional. La combinación de ahorro en combustible, bajo mantenimiento y durabilidad convierte a los coches eléctricos en una alternativa cada vez más atractiva para los conductores que buscan eficiencia y sostenibilidad. Además, el caso de Raynard refuerza la idea de que los coches eléctricos son una inversión que no solo cuida el medio ambiente, sino que también beneficia la economía personal y profesional de sus usuarios.
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